En la Luz y en la Sombra
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Hola gente mía poética:
Les dejo una reflexión...
- Mamá, ¿Qué significa, exactamente, morir?
- Morir es cuando se acaba la vida, cuando dejamos de vivir. Morir es lo contrario a vivir. Por eso, para que entiendas la muerte, primero tienes que entender la vida. Y vivir es lo que estamos haciendo ahora. Ver, tocar, sentir, hablar, respirar. Hacer funcionar nuestro cuerpo. En este planeta tierra existen muchos tipos de cuerpos con vida. Ellos se llaman seres vivos. Y los seres vivos son, o más bien, somos, seres creados por el planeta tierra. Como las plantas, los insectos, los animales, y por supuesto, los humanos, las personas. Y somos los encargados de hacer que el planeta funcione y se mantenga vivo, como nuestro cuerpo, que también, por dentro, tiene otros seres vivos que lo hacen funcionar y viven dentro. Cada cuerpo es como un planeta. Somos planetas dentro de otro.
El planeta tierra tiene una energía enorme que viene de la infinidad del espacio exterior, energía total e infinita, que dentro de la tierra, se divide en muchas partes y crea, y se mete dentro de los cuerpos para que puedan vivir en el plano físico. En la tierra y en el universo, hay un plano físico y un plano energético. El físico, lo podemos ver y tocar. El plano energético es invisible, pero hace que el planeta y todo lo que hay en él, funcione. Inlcuido nuestro cuerpo humano.
Nuestro cuerpo es como una máquina. Por dentro está llena de motores y cables, al igual que un automóvil, un televisor o un computador. Si una parte falla, falla todo el funcionamiento. Y así como mandamos a arreglar ese computador, también podemos "mandar a arreglar" nuestro cuerpo, eso es lo que hacen los doctores. Arreglan nuestro cuerpo dañado. A veces no se puede arreglar, y otras veces sí. Pero aunque tengas todo tu cuerpo, por fuera y por dentro, bueno y sin ninguna falla, al igual que el televisor, y cualquier máquina, necesita una energía que lo haga funcionar. El televisor se enchufa a la corriente, a la electricidad. Esa es su energía. Los cuerpos de los seres vivos funcionan con la energía de la tierra. Todos los cuerpos llevan esa energía por dentro, y esa energía es lo que somos en realidad. Energía que algunos llaman "alma". El cuerpo es solo un envase. Un envase que muere. El cuerpo es lo que muere. Lo físico muere. Porque todo lo físico, tiene un tiempo de duración. Tienen una fecha de inicio y una fecha de término. Y el término del cuerpo físico es la muerte.
El cuerpo físico de todos los seres vivos, al igual que todas las cosas materiales que son fabricadas por los humanos, por tanto uso y por tanto tiempo, se gasta, y al gastarse cada vez más, empieza a dejar de funcionar, y ya no se puede arreglar, ya no sirve, hay que botarlo y cambiarlo por otro. Como nosotros cambiamos las cosas si ya no funcionan, y compramos nuevas. Es lo mismo que hace la energía del planeta. La energía usa los cuerpos físicos para disfrutar mejor de este planeta, del plano físico de este. Y trabajar de mejor manera para mantener al planeta. Pero cuando un cuerpo deja de funcionar, ya no lo puede ocupar, así que la energía o el alma sale de ese cuerpo y se se mete en uno nuevo. Y el cuerpo fallado, malo y sin alma, es un cuerpo muerto. Eso es la muerte. Y ese cuerpo vacío, en vez de botarlo, lo enterramos. Porque así, la tierra lo absorbe, se alimenta y genera más energía. Es un nutriente de la tierra. Y la energía o alma se va a ir a un nuevo cuerpo, un cuerpo que después también se va a morir y su alma se va a ir a otro y a otro y a otro. Y así sigue y sigue por siempre. La misma energía usando diferentes cuerpos. Así que mi alma está usando ahora este cuerpo pero antes usó uno diferente. Y cuando este cuerpo se muera voy a usar otro y así sucesivamente. Así funciona la vida, así funciona la tierra. Los seres vivos tenemos una energía eterna pero que pasa por distintos cuerpos físicos que duran un tiempo nada más. Como todo en el plano físico, con su creación y su desgaste, su principio y su fin. Con los cambios constantes. Eso es lo normal, lo natural. La vida es natural y la muerte también. Sin la muerte no podríamos vivir. Nuestros cuerpos viven gracias a la muerte de otros, y los otros vivirán gracias a nuestra muerte. Es una energía circular. Un ciclo. Y por eso todo tiene que tener un comienzo y un final. Como esta explicación, que ha llegado a su final.
¿Se entendió? ¿Tienes alguna pregunta?
- ¿Entonces yo soy energía?
- Sí. Tú, yo, el vecino, el perro, la araña, el árbol, todos somos energía. Energía del planeta. Al final, todos somos el planeta. Por eso tenemos que convivir, compartir, querernos y cuidarnos. Entre todos los seres vivos. El planeta está bien y saludable cuando todos los seres vivos estamos bien y saludables. Y para estar bien y saludables, hay que estar felices y hacer felices a los demás. Hasta que muramos.
- Pero cuando muramos, vamos a revivir en otro cuerpo?
- Por supuesto, pero no nos vamos a acordar de nada, porque nosotros recordamos usando nuestra memoria, la memoria está en el cerebro. Y el cerebro muere con los cuerpos muertos. Por eso no nos acordaremos de nada de nuestra antigua vida, ahora tendremos otro cuerpo, otro cerebro y otra memoria, que creará recuerdos diferentes.
- Entonces no me voy a acordar de ti cuando me muera y nazca de nuevo?
- No. Ni de mi, ni de nadie, ni de nada. Tu memoria se va a formatear, como la memoria de un computador. Así que no vas a extrañar a nadie, y así tampoco vas a sufrir, no vas a estar triste.
- ¿Pero tú si vas a estar triste cuando me muera?
- Sí, por supuesto. Voy a estar triste, pero no porque te moriste. Voy a estar triste porque te voy a extrañar. Como a cualquier persona o ser vivo que uno quiere mucho y se va de viaje o se va a vivir a otro lugar lejano. Con la única diferencia, es que con la muerte sabemos que no vas a volver nunca más. Es muy triste, pero con el tiempo, la tristeza se va, y empezamos a recordar con alegría y tranquilidad. Y a revivir, y compartir las cosas que aprendí de ti, y viví contigo. Y estarás viva en la memoria mía y de toda la gente que conozca, hasta que yo también me muera y me vuelva a encontrar contigo.
- Si las dos morimos, nos vamos a encontrar?
- Sí. Pero no en el mismo tiempo ni en el mismo lugar. Esa es otra historia que tiene que ver con las cosas que pasan, las cosas que sentimos cuando nos morimos.
- Quiero saber qué pasa cuando nos morimos!, ¿Qué voy a sentir?
- Bueno, primero sentirás algo antes de morir, que será incómodo. Pero depende de la forma en que mueras. Te puedes morir de viejita, cuando tu cuerpo ya se gastó. Pero también te puedes morir antes, en un accidente o con una enfermedad. Porque cuando pasan esas cosas, a veces los médicos no pueden hacer que te mejores, no pueden arreglar tu cuerpo. Y tu cuerpo muere. A cualquier edad, en cualquier momento. Bebés, niños, jóvenes, adultos, viejos. A todos nos puede pasar, ahora, mañana, en muchas semanas, en muchos meses o muchos años. Depende del azar de la vida. Tenemos que cuidar nuestros cuerpos, igual que cuidamos nuestras cosas, nuestro celular, todo. Pero a veces esas cosas pasan. El celular se te puede caer y se te rompe. Aunque no queramos. Y al cuerpo también le puede pasar lo mismo. No es un castigo, no es porque la tierra quiere que mueras, es solo un azar. Al igual que cuando tiramos una piedra desde la ventana de un edificio alto, con los ojos cerrados, sin saber bien que hay abajo. Puede caer justo en un basurero, o en la calle, o en la plantas o justo pasó una persona o un animalito y le cayó la piedra en la cabeza. Tú tiraste la piedra no más, y cayó donde cayó, por puro azar.
Si mueres por un accidente o por enfermedad, seguramente sentirás mucho dolor antes de morir. Cuando mueres de viejita sientes solo cansancio. Pero cuando al fin mueres, todo el dolor y el cansancio se pasa por completo, será como sacarse el peso más gigante de todos de encima. Sientes un alivio total y un relajo profundo. Tan pero tan profundo. Que te sientes muy bien. Sientes placer. Incluso un cosquilleo en todo tu cuerpo. Y mientras más dolor tuviste antes de morir, mejor te sentirás justo al morir. Hasta que te duermes. Y cuando te duermes. Todo tu cuerpo deja de funcionar por completo. El corazón deja de latir. Pero una parte del cerebro que no funciona cuando estás vivo, empieza a funcionar ahora, por primera vez, y conecta tu memoria, a tu alma que empieza a salir de tu cuerpo. Empiezas a soñar. Y es un sueño largo que parece muy real. Parece como si de verdad estuvieras vivo. Pero ahora puedes hacer muchas más cosas que cuando estabas vivo, sin límites. Al principio te cuesta acostumbrarte. Al principio ves tu cuerpo muerto. Ves todo lo que está alrededor de tu cuerpo, a toda la gente que está ahí. Puedes ver y escuchar todo, afuera de tu cuerpo. Porque la memoria de tu cuerpo antiguo se conecta con la energía que ahora flota fuera de tu cuerpo. En ese momento puedes ir donde quieras y hacer lo que quieras, pero la gente al principio no hace mucho porque está confundida. Ahí es cuando ven un túnel, con una luz al final del camino. Y a veces ven gente nueva que los guía, o gente que había muerto antes que tú. Gente, y/o animales que hayas querido mucho. Por eso podría verte a ti, si te mueres antes que yo. Pero también se puede ver gente que todavía está viva. Ves a la gente o animales que quieres ver. O, que te gustaría conocer. Y ellos son tus guías, en este último sueño. Este último sueño, es el más real y el más genial de todos los sueños que tuviste en toda tu vida. Puedes hacer lo que quieras, ver lo que quieras, y cumplir todos los sueños que no pudiste cumplir en tu vida. Es muy entretenido. Hasta que de pronto y de a poco empiezas a olvidar. Es cuando la parte del cerebro que se conectó con tu energía tambíen se empieza a morir, porque tiene una duración muy corta, pero que en el sueño parece eterna, y es que el tiempo no existe en los sueños. Y te olvidas de las cosas que hiciste, de la gente, de como era tu cuerpo o como era tu cara, se te olvida lo que aprendiste, se te olvida como hablar, como caminar, como ver, ya no recuerdas nada de nada y como no recuerdas, no sufres, hasta que se te olvida, absolutamente, todo. Hasta que ya no sientes nada y solo desapareces. Quedas igual que como antes de nacer. Nada. No existes. Te duermes para no despertar más. Y no te das ni cuenta. Hasta que naces de nuevo en otro cuerpo con otro cerebro y empiezas de nuevo. Y así pasará una y otra vez, al menos, mientras la tierra viva.
- Morir no suena tan mal, creo que ya no me da miedo.
- Igual es normal que nos de miedo. Es natural no querer morir. Tenemos un instinto de supervivencia. La naturaleza nos hizo para poder vivir lo máximo que se pueda. A las personas que no les importa morir o que quieren morir, les falla ese instinto, les falla el cerebro, o sea, están enfermos. Todos tenemos que querer vivir y disfrutar la vida. Y que los seres que queremos también vivan. La tierra nos necesita vivos, imagínate si todos quisiéramos morir. Sería un caos. Por eso hay dolor, para que evitemos los riesgos, para que duremos más, y retrasemos la muerte lo más que se pueda. A parte, aunque volvamos a vivir, será con otro cerebro. Tenemos que aprovechar el cerebro de ahora, porque ese no vendrá nunca más.
- Es verdad. No me da tanto miedo pero no quiero morir.
- No mueras entonces. Trata de hacer todo lo posible para vivir. Pero siempre teniendo en cuenta que a veces, ya no hay más que hacer y hay que aceptar la muerte. Que no es mala, que es natural. Y el planeta es sabio, se ocupará de no hacerte sufrir lo insoportable y de ocupar la muerte de tu cuerpo de buena manera. Y de que sigamos funcionando y girando junto al planeta y al universo entero, entre el plano físico y el energético.
- Creo que es más fácil aceptar la propia muerte, que la muerte de un ser querido. Si me muero, no extrañaré a nadie, ni sufriré por eso. Pero y los que me quieren sufrirán, como yo sufriría si tú mueres.
- Otra razón para querer vivir. Pero cuando muera, tienes que recordar que estaré bien, incluso antes de usar un nuevo cuerpo. Me extrañarás, pero conocerás más personas que te harán feliz al igual que te hice feliz yo. Tú solo debes esperar para recordar con alegría y traspasar mi recuerdo a otros.
Hay que tener en cuenta, además, y siempre, que todo lo físico, al final, es un préstamo. No somos dueños de nada, las cosas se nos gastan, se nos echan a perder, se nos acaban, con las relaciones, con los momentos, pasa lo mismo. No somos dueños de nadie tampoco, de ninguna persona, ni de nuestros hijos. Ni siquiera de nuestros propios cuerpos. Nadie te ha quitado nada, porque nunca fue tuyo, solo lo estás devolviendo al verdadero dueño que es el planeta, y el planeta somos todos. Al final, somos dueños también de todo, al mismo tiempo. Es la "magia" del planeta, del universo, del mundo. Tener todo y de todo, tener una cosa contraria a otra al mismo tiempo. Pero a los humanos nos cuesta entender, nos cuesta ver más allá de nuestras narices. Nos concetramos en unas cuantas cosas, en unos cuantos seres, en unos cuantos lugares y momentos, en una muy poca cantidad, y nos duele perder lo poco que creías erróneamente que era tuyo. Cuando en realidad lo tienes todo, como planeta tierra que eres. Decimos "no me queda nada", minimizamos todo lo que existe a nuestro alrededor, cerramos los ojos. Y eso pasa porque la sociedad y su avaricia te inculca ser individualista, y generar un apego impresionante a todo, como te acostumbras, lo crees "normal", y eso te hace pensar que no es justo un cambio, que no es justo un término, que no es justa la muerte. Cuando es algo inevitable, cuando es lo más natural del mundo, cuando no te sirve pensar diferente.
- Lo mejor entonces, es tener conciencia de la naturalidad de la muerte. De la naturalidad de los cambios. No tener miedo. Aceptarlo. No apegarse demasiado a nada ni a nadie. Pero, al mismo tiempo, disfrutarlo. Disfrutar cada cosa, cada persona que llega a nuestra vida, cada lugar, cada momento, por el tiempo que dure no más. Pensar más en el presente, disfrutar la vida, el ahora, teniendo en cuenta que en algún momento terminará. Pero aún así, cuidarse y tratar de vivir lo más que se pueda.
- Exacto. Eso mismo. No sacamos nada yendo en contra de la naturaleza todo el tiempo, creando realidades diferentes en nuestra mente. Realidades que nunca funcionaran tan bien como la naturaleza misma, como lo "realmente real". Si te das cuenta, las "realidades" inventadas en películas siempre terminan mal, siempre hay consecuencias que nos haran daño masivamente. No sirven. Lo que sirve es tener conciencia y aceptar que todo tiene un principio y un final. Y que el tiempo para que llegue ese final, es incierto, no lo podemos saber, puede llegar en mucho tiempo, en poco tiempo o ahora mismo. No des por hecho el tiempo de duración de algo o alguien. Todo llega a su final en diferentes tiempos, por diferentes razones. Todos somos distintos y vivimos o viviremos distinto de otros. Y en todos los sentidos. Es lo natural y cuando hay un término, no se gana nada tratando de retener. Se acabó, se gastó. Cumplió su ciclo. Hay que aprender a dejar ir, a soltar. Y ver más allá. Siempre vendrán cosas nuevas también. Siempre tendrán que acabarse y venir nuevos lugares que visites o habites, trabajos o actividades que realices, cosas que compres, relaciones que creas con la gente y demases seres vivos. Los mismos seres vivos y la misma vida. Sufriremos cuando algo se acabe, pero pasará. Y reiremos con lo nuevo. Hay que saber que sin sufrimiento no nos daríamos cuenta de las alegrías, de los placeres, de la felicidad. Y la renovación es necesaria siempre. Te hace fuerte, te hace salir de tu burbuja para poder ver y sentir la variedad, los distintos caminos, las distintas posibilidades. Además, si la vida fuese eterna, a parte de ser aburridísima y agotadora, sería un desastre, un caos total. Es como girar en una rueda de la fortuna, al principio será entretenido, pero después de un tiempo, no tan largo, querrás parar. Te aburrirá, te cansará, empezarás a vomitar y los que te rodean te vomitarán encima. Imagínate girar eternamente. La vida, la tierra, el universo, son sabios que saben cómo y cuando y hasta cuando. Todo pasa porque tiene que pasar. Es bueno terminar, sobretodo, para empezar algo nuevo. Normalicemos los finales y los nuevos comienzos.
- Dos dedos de frente, verdad?. Disfrutemos y disfrutemonos mientras se pueda entonces.
- Por supuesto.
Reflexiones humanas.
Muack...