Equivocaciones Sociales
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Hola gente mía socializada 👯
Hoy vengo hablar de las sociedades y creencias sociales. Porque, como ya lo he dicho desde mi primera entrada, el problema de la sociedad es que es extremista, se va al extremo de todo y generaliza demasiado, nos enojamos y quejamos, la mayoría de las veces, por nuestra propia percepción extremista de la vida. Cuando desde siempre y en todo aspecto, lo que prima es lo de "en medio". Y todo tendrá su parte mala Y su parte buena. Esto sumado a que las cosas malas pueden verse buenas para algunos, así como la cosas buenas pueden verse malas para otros, dependiendo de nuestra propia percepción, que siempre será única, aunque coincidamos, muchas veces, con otros.
La humanidad, por lo menos, la mayoría, trata en lo posible de vivir de manera "correcta". Cuando, realmente, no hay manera correcta de vivir. Como dije en otra entrada, los seres humanos, a diferencia de las otras especies de animales y seres vivos, no tenemos un instinto avanzado que nos diga que hacer, o que nos satisfaga completamente. Los seres humanos seguimos nuestros cerebros, y el cerebro humano tiene un avance y un desarrollo alto y complejo, lleno de conciencia y capacidad de conocimiento, eso hace que nos confundamos y nos equivoquemos constantemente.
¿Pero qué significa equivocarse en realidad?, si como ya dije, no hay manera correcta de vivir. Para mí, lo más correcto sería hacer lo que más nos convenga en la vida. Y los seres humanos, naturalmente, vivimos en comunidad, necesitamos a otros humanos, en todos los sentidos, tanto para que los demás hagan cosas para nosotros (ya sea con ayuda o con sus trabajos), como un apoyo mental, un humano solo, no podría hacer nada, y terminaría enfermando, muriendo triste y con un vacío interior. Por este motivo, lo que más nos conviene, al final, es tener buenas relaciones interpersonales. Con cualquiera, con nuestra familia, con nuestros amigos, con la gente que trabaja con nosotros, con los vecinos, con los que atienden la tienda en donde vamos a comprar, con la gente que nos encontramos en la calle, etc etc. Con el entorno en general, tenerles el mínimo respeto. Pero no solo a las personas, también a los espacios públicos en general, porque son de personas y porque también son nuestros, y a la naturaleza también, porque es necesaria para mantener vivo el planeta, un planeta que necesitamos, obviamente, todos. Eso nos lleva a la conclusión final de, simplemente, No Hacer Daño. A nadie, a nada. Es lo que más nos conviene, es lo más saludable, te equivocas cuando dañas. Lo mejor para cualquier humano es no hacer daño, con eso ganarías mucho más en la vida que dañando. Dos dedos de frente!. Siempre, a la persona que daña, a corto o a largo plazo, se le complica y daña su propia vida de alguna manera.
Pero qué pasa, como ya dijimos, a la gente le cuesta entender realmente qué es lo que daña a los demás, a veces hasta nos cuesta ver qué nos daña a nosotros mismos, y esto pasa precisamente por nuestro desarrollo cerebral. Entonces tenemos que aprender, estudiar, y conocer, todo el tiempo, para saber que daña y que no. En cuanto a las relaciones interpersonales, el empatizar, para mí, es la palabra clave. Si quieres saber mejor cómo funciona la empatía, anda a leer mi entrada
La empatía es difícil de aplicar, cuando los humanos pensamos que los demás son o tienen que ser, iguales a nosotros, y nos cuesta entender que los seres humanos somos iguales y distintos al mismo tiempo. Necesitamos lo mismo, pero de diferentes maneras, por diferentes caminos. Todos tenemos un rostro, lo ocupamos para lo mismo, pero a pesar de eso, todos los rostros son distintos. Y así como no hay un rostro exactamente igual a otro, no hay una forma de pensar o una personalidad, exactamente igual a otra. Pero sí tenemos los mismos sentimientos, a todos nos duelen cosas físicas y psicológicas, todos sufrimos y todos disfrutamos. Y no importa la razón. La razones pueden ser distintas.
Sin embargo, podemos confundirnos mucho con esto, ya que puede haber una persona que diga que le afecta que te vistas de rojo, por ejemplo. Entonces, ¿tenemos que dejar de vestirnos de rojo porque a esa persona le molesta?. No, precisamente. También hay un sentido común que hay que seguir. Un sentido común que se crea una vez consciente de la sociedad en la que vivimos y se va desarrollando a medida que vamos teniendo diferentes experiencias.
Tenemos que entender que hay que aprender a compartir el espacio, y por eso, hay que aprender a tolerar las cosas que nos molestan. Si hay una casa que se ve fea para ti, si hay un árbol que tapa la vista y no te gusta. Ignóralo, cuando no hay nada más que puedas hacer, ignóralo, punto. Si alguien se viste de rojo, y a ti no te gusta, trata de no verlo. Hay tantos otros colores, tantos otros espacios que puedes mirar. Y si tienes que interactuar con esa persona que viste como no te gusta, imagina que está vestida de otra forma, omite lo que no te gusta, luego respira y llena la vista de lo que sí te gusta mirar, y ya. El mundo siempre estará lleno de cosas que nos gustan y de cosas que no nos gustan, pero tenemos que aprender a tolerar las cosas que no, a aceptar que tienen todo el derecho a existir y que así como a ti no te gusta cierta cosa de cierta gente, a cierta gente también puede no gustarle ciertas cosas de ti. Si quieres libertad, da libertad al resto también. Y piensa que tú eres el que debe adaptarse al mundo, no el mundo a ti.
¿Qué es lo que daña de verdad entonces?, normalmente, el daño se causa de manera directa, es decir, cuando alguien te ataca, ya sea física o psicológicamente, si alguien te golpea, si alguien te insulta, si alguien te quita algo tuyo, si se mete a hacer sus cosas privadas en un espacio tuyo, si te invade tu espacio personal, si habla mal de ti, si te trata de mala manera, son, por sentido común, las cosas que realmente te dañan y dañan al resto. Aunque también hay daños profundos que puedes hacer con tus palabras y con tus acciones, para con personas con las que tengas algún tipo de relación cercana, que no necesariamente, serán "ataques directos", pero, porque se supone que conocemos bien a esa persona, deberiamos saber que le daña. En esos casos, incluso el no hacer nada, puede dañar. Entonces, lo más correcto sería conversar con esa persona para enterarte si algo de ti lo o la está dañando. Y si eres tú el dañado, suélta lo que te pasa, digamonos las cosas directamente. El callar solo aumentará nuestro daño. Hablemos calmados, con empatía, la agresividad no arregla nada y empeora el daño de los dos.
Pero también, pasa, que muchas personas van a dañar igual. Unas, porque simplemente se equivocan, y otras, porque sienten que "como lo demás dañan, yo también tengo el derecho de hacerlo". Equivocándose también, con ese puro pensamiento. Mientras más te unes a las equivocaciones de los demás, más crece la equivocación general de una sociedad, y más nos dañará, al final, a nosotros mismos. Una sociedad, al igual que los monos, le gusta imitar, copiar comportamientos. Uno mismo tiene que empezar por cambiar, por dar un ejemplo, da lo mismo si se lo das a muchas personas o solo a una, a veces solo a una basta y sobra. Porque esa una ya será un cambio, y los cambios funcionan de a poco y siempre, partiendo por nosotros mismos, no seas de los que bota basura en la calle porque "hay montón de basura, una más, qué más da", si partes por ti en no botarla, habrás hecho un daño menos.
Muchas veces las personas dañamos sin darnos cuenta también, pero eso pasa porque decidimos ignorar nuestros conocimientos, muchas veces queremos ahorrarnos los esfuerzos, y simplemente, hacer lo "más fácil", que por lo general, termina teniendo consecuencias más difíciles. Y es que, a veces, ni siquiera estamos abiertos a aprender, a cambiar nuestras formas de ver la vida, a aceptar que alguien más tiene razón, y no solo tú. Decidimos tratar de interpretar las cosas como se nos ocurra, quedarnos con lo primero que pensamos, crear prejuicios de las cosas, de la gente, de las culturas. Cerrarmos nuestra mente.
Muchas personas critican las vidas y los pensamientos incluso, de otros, especialmente, cuando son muy distintos a los nuestros. Podemos criticar lados políticos enteros, podemos criticar un grupo de gente entero, podemos criticar religiones enteras, podemos incluso criticar paises o culturas enteras, incluso un género entero, pensando extremistamente que TODO es malo en ello, sin siquiera conocer más a fondo. Somos muchas veces, limitantes con nuestras capacidades cerebrales. Somos estúpidos por decisión propia, culpando a lo demás de nuestras propias limitaciones.
A los seres humanos nos asusta la diferencia, la diversidad, y eso nos hace querer buscar un grupo al cual pertenecer, un grupo en el que nos sientamos identificados, que sintamos que nos entienden porque son parecidos a nosotros, y a veces tratamos de que nuestra estupidez se esparza por el grupo y viceversa, haciendo que todo un grupo esté en contra de otro. Eso nos hace pensar que somos fuertes y que tenemos más razón para atacar. Porque también, tenemos la necesidad de competir.
Por otro lado, los humanos tambíen necesitamos a alguien que nos guíe, que nos diga que hacer y que nos cuide, creemos que no somos suficientes. Nos asusta la vida Y la muerte, terminamos cayendo en religiones. Y perdón pero las religiones han sido una de las razones principales de varias guerras.
Sin embargo, todo esto, pertenecer a un grupo social, político, cultural, religioso, si te hace feliz, no tendría ningún problema. El problema está cuando ese poder que sientes con tu grupo, te hace pensar que eres superior, y se te olvida que no tenías que hacer daño, y lo haces y de peor manera que estando "solo". Se te olvida que hay otros grupos, que hay otro tipo de pensamientos, que siempre serán parte de una sociedad y que tienen todo el derecho de existir. Y no son peores ni mejores que tú. Y en realidad, si nos damos cuenta, si no existiera lo que no nos gusta, tampoco existiría lo que sí.
Pongamos el ejemplo de las mujeres musulmanas. La mayoría de personas occidentales podrían decir que las musulmanas son infelices, sienten lástima de ellas, porque son vistas como inferiores a los hombres, porque no tienen ningún derecho, etc etc. Sin embargo, hacen un prejuicio. Muchas musulmanas podrían decir que no son ellas las inferiores, si no, los hombres. Quienes deben cuidar y respetar a las mujeres y, además, tratarlas como reinas, y es por eso que no tienen que trabajar, porque los hombres tienen que satisfacerlas en todo. Es obligación de Dios para el hombre, darle todo lo que ella quiera. Y las mujeres se cubren, porque su belleza es sagrada, y para evitar faltas de respeto de humanos débiles, se protegen de actos o pensamientos ajenos, y además, no quieren compartir su belleza con otros hombres que no sean los suyos, y así, además, mostrar modestia y respeto a otras personas y especialmente, a Dios. Dios al mismo tiempo, les dió la tarea de tener una vida de interior del hogar y al hombre de exterior, así como les dio tareas específicas de hombres y tareas de mujeres, las cuales se complementan y forman un equipo, un todo, sin competencia. Por lo demás, las mujeres pueden llevar o no llevar lo que quieran debajo de su túnica y velo, no necesitan arreglarse para salir, no necesitan preocuparse tanto de competir con las otras mujeres de quien está más flaca, con la piel más blanca o morena, con la piel sin marcas, ni siquiera preocuparse de estar o no depilada, como lo hacen "esclavisadamente" las occidentales. No andan sufriendo por su apariencia. Yo me pregunto quienes son más "libres" al final. Además, con ello se cubren tanto del frío como del calor y especialmente del viento, sol extremo y la arena, en países desérticos. No les causa daño, al contrario, puede ser muy cómodo. Y es una costumbre con la cual nacieron, han vivido toda su vida así, y toda su sociedad también, por lo tanto, si lo dejan de usar, sería como si nosotras, occidentales, nos desnudaramos. Muchas no estaríamos dispuestas a andar desnuda por la calle solo porque hay países en donde es "normal" y piensan que esa es la libertad. Los demás no tenemos que pensar en que nuestra vida es mejor, porque ninguna vida es mejor que otra, la vida será mala, solo cuando una persona en específico lo piensa de la suya. La gran mayoría de musulmanas y musulmanes creen que su vida es buena y de hecho, mejor que la de los occidentales, creen que ese Dios todopoderoso los premiará y los salvará. Y es un pensamiento tan poderoso, que es simplemente imposible que lo tengan en duda, y una persona que tiene un Dios, para ellos mismos, es imposible ser infeliz. Y dejar de creer en Dios, sería, para ellos, lo que para nosotros sería dejar de creer que vivimos en el planeta tierra. Y si vas a países musulmanes, verás que sus vidas y sus países son muy ordenados, tienen una buena calidad de todo, y hay mucha seguridad en sus calles, y un trato excelente a las personas. Los musulmanes te invitan a sus casas, te dan comida. Funciona, de cierta manera, y eso es porque los humanos necesitamos reglas, porque nuestros cerebros se equivocan y confunden mucho cuando no las hay. Recordemos que equivocarse no es más que hacer y hacerse daño. Y las reglas de un Dios, son imposibles de romper y siempre serán para un bien tuyo y de tus pares.
Todos los grupos de personas, en cualquier ámbito, tienen su lado bueno y malo, es un hecho, pero además de eso, es un hecho que lo malo que tiene un grupo no será realmente lo malo para todos. La religión, en este caso, tiene muchas interpretaciones, y se adaptan a la personalidad de las personas, bien usada puede ser una fe que ilumina y llena tu interior y te hace sentir protegido y guiado por un ser superior, y a parte, acompañado por tu grupo que se siente igual que tú, se unen para ayudarse los unos a los otros, y juntos ayudan a los más necesitados, la gente siente que cumple una misión y no se siente sola nunca porque su iglesia, sus compañeros serán como su familia. Satisfacen las necesidades humanas básicas y se sienten cómodos. No hay nada de malo hasta que empiezan otro tipo de interpretaciones al querer ir más allá, porque un ser humano siempre querrá más. Y es en ese entonces donde empiezan los problemas. Tener religión es la forma más eficaz que los humanos tenemos para cumplir reglas. Pero como somos humanos, nos equivocamos a veces, al interpretar a nuestra propia manera algunas reglas también, y ese es el principal problema, el problema no es la religión, si no, la interpretación para mal (dañina), que algunos le dan. Y los demás humanos generalmente, notamos más a esos problemáticos dañinos, que a la mayoría que no lo es. En fin.
Hay que agregar, además, que cuando los humanos alcanzamos una satisfacción y felicidad, la mayoría de las veces, será momentánea, porque los humanos cambiamos, es algo natural, en algún momento lo que alcanzaste no será "suficiente" y querrás otra cosa. Esa necesidad de búsqueda de satisfacción constante, muchas veces, te transporta a caminos equivocados, caminos que hacen daño a otros o a ti mismo. Descuidamos lo que de verdad importa. Que es nuestra salud, la salud de los demás seres, y del planeta.
Pero nos cegamos a algo que podría cambiar nuestra percepción, si nos damos cuenta que somos un aporte para alguien, cuando alguien se siente agradecido por algo que nosotros hacemos o hicimos, nos empezamos a sentir diferentes, empezamos a notar que un vacío en nuestro interior se empieza a llenar, ahí es cuando podemos sentir que no solo no hacer daño es conveniente para nosotros, si no que también, hacer un bien de cualquier tipo.
Científicamente hablando, está demostrado que la gente más feliz es la gente que ayuda a otros, de maneras diversas, puede ser una persona que creó una fundación específica, hasta simplemente una persona que hizo feliz a otra. Es la gente que es querida, ya sea por una o más personas, por el hecho de ser una ayuda o un aporte fundamental. Libera más químicos en el cerebro, mejora las conciencia y percepción de ti mismo, te ayuda a mejorar y entender propósitos en la vida y genera satisfacción. Mientras seas un aporte, y sientas que lo eres, serás más feliz. No importa cómo, no importa con quién.